30 de marzo de 2013

Capítulo cuatro.






Nos condujo por la carretera durante unos minutos antes de aparcar fuera de un edificio de apartamentos. Tomó la caja de mi regazo y salió del coche, mientras yo lo seguía al segundo piso, deteniéndose fuera de su puerta. Tomó sus llaves torpemente mientras yo me sacaba mis zapatos. Los pies me estaban matando, llevando tacones altos toda la noche, sin duda tendría ampollas. Dejó que la puerta se abriera y me miró disculpándose. Entré y me detuve, mi boca cayó abierta. Su casa era un basurero. Había cajas de comida vacías y latas de soda por todos lados. Platos sucios esparcidos por el lugar, y ropa regada por el suelo.

¡Wow, es un flojo! —¿Oh mierda, te han robado? —bromeé, tratando de no reír.

Ja-ja —replicó mientras caminaba hacia mi, tomando mi mano y llevándome hacia dentro. Miré hacia el sofá; estaba repleto de revistas y ropa, un tazón medio lleno de lo que podría haber sido café de hace una semana aún estaba ahí.

Estallé en risas. —Peter, ¡este sitio es asqueroso! Quizá sólo deberíamos habernos sentado en el suelo en la calle, habría sido más saludable.

Deja de quejarte y acéptalo —declaró, tomando el tazón del asiento y barriendo todo el resto del suelo, me hizo reír más fuerte. Wow, su idea de asear era una gran decepción—. Siéntate y come —ordenó.

Me senté en el sofá, que era sorprendentemente confortable. Puso la caja sobre mi regazo y caminó hacia otra habitación; saqué un trozo de pizza y comencé a mordisquearlo. Cuando miré hacia abajo me di cuenta de que mis pies estaban sobre un montón de sus papeles, entonces los tomé y los metí debajo de mí.
Volvió minutos después con dos latas de cocacola.

No tenía nada más que zumo para ofrecerte, pero tendrías que beber directo de la lata porque no tengo vasos limpios —dijo luciendo como un carnero.

Es asqueroso. Apuesto a que el dormitorio está peor —le solté, sacudiendo mi cabeza riendo.

¿Quieres ir a mirarlo? —preguntó, levantando una ceja y mirándome increíblemente sexy. La comida quedó atorada a mitad de mi garganta, ahogándome. Oh Dios, ¿él piensa que estoy aquí para tener sexo con él? Se rió y me palmeó la espalda, alcanzándome la lata de soda—. Estaba bromeando… bueno, quizás estaba bromeando —se burló mirándome muy seguro de sí mismo.

Si tú piensas que siquiera voy a acercarme a la cama en tu casa, estás muy equivocado. ¿Cuándo fue la última vez que cambiaste las sábanas? —Bromeé.

¿Se tienen que cambiar las sábanas? —preguntó luciendo consternado. Oh Dios ¿Lo dice en serio? ¡Qué asco! Lo miré asqueada y consternada. Estalló en risas—. Oh Lali, eres demasiado divertida. —
Sacudió la cabeza, riendo tan fuerte que tenía lágrimas en los ojos. Yo reí también, pero mi risa era más de alivio. No puedo creer que realmente pensara que hablaba en serio. Demonios soy tan crédula.

Entonces, dime algo más sobre ti —me alentó, tomando su quinto pedazo de pizza.

¿Mmm, como qué?

Tienes hermanos o hermanas, tienes algún hobby, dónde trabajas. Ese tipo de cosas —respondió levantando sus hombros.

No trabajo, estudio. Realmente no tengo ningún hobby, me gusta nadar y leer y soy hija única. ¿Qué hay de ti? —contesté, observando su reacción a mis respuestas.
Él sonrió y me sentí relajada. Obviamente no estaba molesto por el hecho de que yo aún estuviera en el instituto, por lo que él sabía que era menor de 18.

Bueno tú sabes dónde trabajo, me gusta jugar pool, pero eso es sólo entretenimiento con los amigos, y tengo una hermana mayor y un hermano menor. 

¿Sí, de qué edades? —pregunté, terminando mi bebida y mirando alrededor por una papelera o algo donde tirar la lata. Arrugó su nariz y tomó la lata por mí, poniéndola en el suelo. Rodé mis ojos.

 —Mi hermano, Victorio, tiene 19 y mi hermana María, tiene 25. Mmm oye, esto podría ir más lejos y tú puedes decir que no si quieres… —arrastró las palabras luciendo avergonzado. Lo miré con curiosidad esperando a que continuara—. Mi hermana se casa mañana. Estaba pensando, me preguntaba si querrías venir conmigo —preguntó mirando esperanzado. ¡Joder! ¿Él quiere que vaya en una cita a una boda familiar? ¡Eso un poco extraño!

Mmm… —murmuré mordiéndome el labio, pensando; por un lado querría pasar más tiempo con él. Parecía muy dulce, pero, por otro lado, ¿qué pasaba si me sentía incómoda? No podía exactamente irme si me aburría. Era una boda, lo que significaba una comida y una fiesta después, probablemente era algo de todo el día.

Sonrió incómodo. —Tienes que pensar sobre ello. La boda es mañana, a las dos en punto de la tarde, si quieres venir me puedes llamar. Digo, es solo pensamiento, les dije que iría solo porque no tengo novia, entonces el puesto de mi acompañante quedaría vacío. Mi hermana dijo algo sobre acomodarme con alguna de sus amigas solteras para el evento —hizo una mueca lo que me hizo reír.

Claro, y tú no quieres eso porque tienes suficiente con chicas flirteando en tu trabajo —lo molesté.

¡Exactamente! Wow, tú si escuchas. Quizá te juzgué equivocadamente —dijo en voz alta sonriendo.

¿Sí? ¿Pensaste que era una cabeza hueca a quien poner en tu cama sucia? —pregunté, sacándole la lengua. No dijo nada, sólo se inclinó suavemente. En el momento estaba muy consternada como para hacer algo al respecto.

Se retiró antes de que me recuperara. —No pensé que fueras una cabeza hueca…

Pero sí pensaste que me pondría en tu cama sucia —respondí sarcásticamente.

Se rió travieso. —Vamos, te llevaré a casa si ya terminaste de insultar mi casa —sugirió, poniéndose de pie y extendiendo una mano para ayudarme. Me levanté y sostuve la caja de pizza entregándosela, él se rió y la tiró en el sofá, sacudiendo la mano restándole importancia—. La tiraré luego. 

Realmente eres monstruoso.

Hizo una pequeña reverencia como si fuera un cumplido y tomó mis zapatos del suelo. —Vamos entonces, linda, vamos a llevarte a casa —dijo dirigiéndose hacia la puerta. Puso mis zapatos abajo y esperó a que deslizara mis pies en ellos. Charlamos con sencillez y condujo hacia mi casa; era sorprendentemente fácil conversar con él. Cuando estacionamos fuera de mi casa, salió del auto y lo rodeó para llegar a mi lado, abriendo la puerta justo cuando lo iba a hacer yo, entonces me empujé hacia el aire fresco, casi cayendo del auto. Él rió pero me detuve inmediatamente cuando lo miré.

Lo siento —murmuró, tratando de detener su risa. Golpeé con mi mano su pecho mientras salía del auto; era tan duro que inmediatamente comencé a tener pensamientos de intenso deseo. Me sonrojé y miré hacia otro lado, él lucía como si supiera lo que yo estaba pensando. Me siguió y caminamos hacia la puerta—. Entonces, bueno, tienes mi número de cuando yo te llamé, si quieres venir mañana llámame. Lo más tarde que podré responder es la 13:30 supongo, entonces si… —arrastró las palabras pareciendo incómodo.
Agarré su camiseta y lo acerqué a mí, levantándome en puntillas y apretando mis labios contra los suyos. Él no estaba consternado como yo cuando me besó. Me lo devolvió inmediatamente, una mano comenzó a subir por el costado de mi cuello. Se retiró y yo quedé un poco atontada. El beso fue tan suave y dulce que hizo retorcer mis entrañas. Él lamió sus labios suavemente, sus ojos mirando directamente a los míos, el hermoso tono gris de sus ojos me hizo sentir mareada.

Mejor me voy. Gracias de nuevo por ayudarme esta noche —dijo, dejándome y girándose para partir. Mientras lo miraba caminar hacia su coche, me di cuenta de que no quería dejarlo ir. Definitivamente lo quería ver de nuevo, besarlo de nuevo y tener sus brazos a mi alrededor.

¿Peter? —lo llamé, haciéndolo detener a mitad del camino—. Recógeme entonces a la 13:30. 

Sonrió abiertamente. —Genial, ok, te veré mañana Lali. —Lucía tan feliz que hizo mi corazón latir más rápido. Entré silenciosamente a casa y subí por las escaleras. Una vez que estaba en la soledad de mi cuarto me lancé sobre la cama y dejé salir un pequeño suspiro. Le envié un mensaje a Euge diciéndole que estaba en casa a salvo. Entonces me puse de pie y tomé el pijama. Me quité su chaleco y lo miré con los ojos bien abiertos, porque había olvidado devolvérselo. Tendría que dárselo mañana. Sonreí con el pensamiento de verlo de nuevo, apenas podía esperar. Me puse el pijama y me metí en la cama, no podía sacar de mi rostro la sonrisa de felicidad mientras me quedaba dormida.

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MARATÓN:
+10 comentarios.

13 comentarios:

  1. otro, lindooooooooo!! maaaaaaaaaaaaasss ja

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  2. Que lindooo mass mas mas

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  3. máaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!! me encanta la nove :)

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  4. Jajaja una pocilga la casa d Peter.Pero es un chico cariñoso y atento

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  5. ME ENCANTA
    Soy nueva en esto del blog, voy a subir novela
    por si quieres pasar!
    http://amorporcasiangeless.blogspot.mx/

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  6. al parecer la casa es aun peor que el coche jajajajajja que asquito =S jajaja

    Lali le dijo que estudiaba... ¿había alguna posibilidad que el crea que son estudios en una universidad y no que aun esta en el instituto?? no lo se, pregunto jajajaja

    a seguir leyendo que voy

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