Capítulo nueve.

                                   
                                                    MARATÓN.

Cuando llegamos a la escuela, -sí, Luz decidió acompañarme - ya Cande nos está esperando en la entrada. Sus ojos impacientes buscando por todo el campus cuando dice, —Bueno, la campana va a sonar en menos de 5 minutos y todavía no hay señales de Peter. ¿Crees que se dio de baja?— Ella nos mira con sus ojos amarillos enormes y alarmados.

— ¿Por qué se va a dar de baja? Apenas acaba de empezar, — digo caminando hacia mi casillero mientras ella se mantiene a mi lado, las gruesas suelas de sus botas rebotando en el pavimento.

—Eh, ¿Porque no valemos la pena? ¿Porque él es demasiado bueno para ser real?

—Pero él tiene que regresar. Lali le prestó su copia de Cumbres Borrascosas, lo que significa que él tiene que devolvérselo, — Xavi dice antes de yo poder detenerlo.

— ¿Cuándo pasó eso?— Ella pone las manos en sus caderas y me mira. —Porque tú sabes que él es mío ¿correcto? ¿Y por qué no me pusieron al tanto? ¿Por qué nadie me dijo nada? Lo último que supe es que aún no lo habías visto.

Sacudo mi cabeza, cierro mi casillero y camino por el pasillo. Todo esto es ridículo. Es decir, ¿desde cuándo reclamas propiedad sobre una persona?

—Entonces déjame tener esto claro, ¿debo tener cuidado contigo porque eres una amenaza?— Cande me mira molesta con sus ojos maquillados de negro, sus celos transformando su aura en un verde parecido al vómito.

— ¡Sí debes tener cuidado conmigo! Soy un enorme desastre. Pero definitivamente no soy una amenaza. En primer lugar porque no estoy interesada. Sé que probablemente es imposible de creer ya que él es increíblemente hermoso, ardiente como el combustible, o lo que sea que vos le dices, pero la verdad es que a mí no me gusta Peter Lanzani, ¡y no sé qué más decirte!—

—Eh, no creo que necesites decir nada más, — Cande murmura, su cara paralizándose mientras mira hacia el frente. 

Yo sigo su mirada todo el camino hasta donde Peter está parado con su pelo negro brilloso, ojos ardientes, cuerpo increíble y su sonrisa, y siento que mi corazón se salta dos latidos mientras él aguanta la puerta y dice, —Hola Lali, después de ti.

Entro y me dirijo a mi lugar. Me siento y me pongo los auriculares, pero justo cuando comienzo a relajarme, soy sacudida por un choque eléctrico. Una carga eléctrica que penetra en mi piel y en mis venas, causando un cosquilleo en todo mi cuerpo. Y todo se debe a que Peter ha puesto su mano sobre la mía.

Continuará...

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Bueno, ahí tienen a Peter! 5 comentarios más y subo otro.

Besos.