29 de julio de 2013

Capítulo dieciséis.



Por la mañana, Lali se despertó más descansada; esa noche había dormido bien. Era bueno saber que entre ella y Peter las cosas iban a dejar de ser tan surrealistas. Cuando fue a la cocina a prepararse el desayuno vio que él aún no se había levantado, señal de que pensaba cumplir su palabra e iba a dejar de evitarla. Cuando llegó la hora de irse a trabajar, Peter seguía sin aparecer, y eso no era normal. Él era el espíritu de la puntualidad, así que Lali pensó que algo iba mal. Se acercó a su habitación y pegó la oreja a la puerta. Nada.

—¿Peter, estás ahí? —Seguía sin oír nada. Tal vez se había ido. Pero no, no, sus lentes, su computadora, sus llaves, todo seguía encima de la mesa—. Peter, voy a entrar. —Abrió la puerta.

La habitación estaba a oscuras y podía oír la respiración entrecortada de Peter  que aún estaba dormido. Se acercó y encendió la lámpara que había al lado de la cama, lo que provocó las quejas del durmiente.

—¡La luz! —Él levantó el brazo para taparse los ojos.

—Peter, ¿te encuentras bien? —Le puso la mano en la frente—. ¡Estás ardiendo! —Le tocó también las mejillas y las tenía igual de calientes—. Voy a buscarte una aspirina. —Iba a 
levantarse, cuando Peter le agarró la mano.

—Lali, ¿qué haces aquí? Me gustan tanto tus ojos, parecen los de un duende.

—Sí, ya. Estás enfermo y no sabes lo que dices. Voy a buscarte las medicinas, ahora vuelvo.
Cuando Lali volvió con la aspirina y un vaso de jugo, el enfermo seguía igual.

—Vamos, Peter, tómate esto. ¿Te ayudo a incorporarte?

—No, yo puedo solo. Dame la aspirina, tengo que ducharme, la revista. —No pudo continuar, lo interrumpió un ataque de tos.

—Ni hablar, tú hoy te quedas aquí, estás enfermo. Tienes fiebre. Mírate, estás temblando. No me obligues a atarte a la cama. —Ella se sonrojó con las imágenes que esa frase originó en su mente. Suerte que él estaba ya otra vez acostado y no se dio cuenta—. Voy a salir a la farmacia a comprar más medicinas y unos jugos. Tienes que beber mucho líquido. Estás ardiendo.
Lali empezaba a estar muy preocupada.

—¿Lali?

—¿Qué? —Ella seguía tocándole la frente, y lo miró angustiada.

—Los artículos, necesito repasar los artículos, la revista, nos roban los reportajes. —Hablaba entrecortado, entre ataque de tos y estornudos, como si le costara incluso respirar.

—No te preocupes por nada. Dime qué tengo que hacer, pero tú no te muevas de aquí. Dame un minuto, voy a buscar tu computadora.

Salió de la habitación, pensando que tenía que llamar a Lucas y a su madre, ella sabría qué hacer. Tomó la computadora y volvió a la habitación.

—Ya estoy aquí. ¿Qué hago?

—Abre los archivos de Word. Me duele mucho la cabeza. —Él se tapaba los ojos con el antebrazo.

—Me pide un código secreto. ¿Quieres escribirlo tú?

—No, el código es 13042011.

Lali tecleó el código sin pensar, pero cuando acabó, se dio cuenta de que era el día en que ella había llegado a Londres. ¡Peter tenía como código secreto el día en que ella había llegado a Londres! No podía ser, seguro que sólo era una casualidad.

—¿Qué estoy buscando?

—Abre los archivos que se llaman «vacaciones Escocia», allí están grabados los artículos que necesitan para la próxima edición. Cópialos en un pen drive y llévaselo a Nico. —Se tapó más con la manta, temblaba y no paraba de sudar.

—¿Seguro que puedes quedarte solo? ¿Me llamarás si necesitas algo?

—Seguro, sólo necesito dormir. Llévaselo, por favor. —Bajó los párpados.

Lali cerró la computadora, apagó la luz y, antes de salir de la habitación, le apartó los mechones sudados que tenía sobre la frente. Seguía ardiendo y se había quedado completamente dormido. Cuando llegó a la revista, Lucas la estaba esperando en la recepción con cara de preocupación.

—¿Qué ha pasado?

—Nada, Peter se ha puesto enfermo. Ayer llegó a casa empapado por la lluvia y tiene un resfriado de campeonato. Me ha pedido que le entregue esto a Nico  ¿Se lo puedes llevar tú? Yo aún no lo conozco.

—Bueno, eso tiene fácil arreglo. Hola, Nico  —Lucas saludó a Nico  que acababa de salir en ese preciso instante del ascensor—. ¿Tienes un minuto?

—Hola, Lucas. ¿Sabes algo de Peter? Llevo más de una hora buscándolo.

—Peter está enfermo.

—¿Enfermo? Él nunca está enfermo. ¿Qué le ha pasado?

—Que es un inconsciente. —Lali hizo el comentario sin darse cuenta de que lo hacía en voz alta, y entonces Nico la miró directamente.

—Nico, permíteme que te presente a Mariana Espósito. Lali  te presento al señor Nicolás Vázquez, director de esta casa de locos.

—Encantada, señor Vázquez. Peter me pidió que le diera esto. —Lali le entregó la memoria con los archivos.

—Es un placer, Lali  y por favor, llámame Nico  ¿Qué le pasa a Peter, además de ser un inconsciente? —Nico sonreía, le encantaba esa chica. Ahora que la había visto de cerca, entendía que Peter estuviera medio loco últimamente. La chica tenía una chispa en los ojos...

—Está resfriado, muy resfriado. Pero además está agotado, y es testarudo como una mula.

—Tienes razón, es un cabezota. Si necesitas algo, llámame, yo voy a revisar esto para la próxima edición. Lucas, avísame cuando tengas las fotografías. Lali  espero volver a verte. —Sonriendo, se despidió de los dos.

Lali estuvo todo el día preocupada por Peter, seguro que no se había tomado las medicinas. Ella habría querido irse antes, pero sabía que si lo hacía, él se enfadaría. Para él, lo primero era la revista. Así que intentó concentrarse al máximo en su trabajo, tenía que maquetar los nuevos artículos que Lucas le había entregado. Los había escrito Peter y eran muy buenos. Eran originales, irreverentes, pero serios en la información que aportaban. Lali pensó en los reportajes robados, ¿quién podría hacer eso y por qué? Ojalá lo encontraran pronto. Mientras, ella haría todo lo posible por ayudar a Peter y a sus amigos; después de todo, ahora también eran amigos de ella, y no quería que les pasara nada malo. Además, aunque fuera sólo por unos meses, ella también trabajaba allí, y quería que la revista siguiera siendo un éxito.
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8 comentarios:

  1. Pobrecito! Lo dejó solo! Por dios, Lali lo conoce, sabe que no se va a cuidar, necesita de ella... mandala ya a casa, que haga unos mimos a peter, se declaran, y chapan de una vez!

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  2. ¡Dios! sin duda esta novela es increíble , tienes un gran talento y espero el próximo capitulo ansiosa jejeje :$
    Por cierto , quería decirte que me encanto leer aquel comentario y saber que a alguien le gustaba mi novela , sin duda me motivo a seguir haciéndolo pero la verdad es que eh comenzado hace poco y nadie conoce mi novela o por lo menos casi nadie y por eso te quería pedir por favor que si pudieras hacerme el favor de recomendar que lean solo una vez mi novela , alguien y comentará su opinión sobre la nove , te lo agradecería , gracias a ti y a todas las que escriben noves laliters me di cuenta que me gustaba escribir a mi también y me anime y de verdad te agradecería si me dieras esta ayudita , besos! Espero el próximo capitulo!

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    1. Soy metida jaja como es tu blog? Tu nove es laliter?

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    2. Hola jaja :) , mi nove no es laliter pero yo pienso que esta bien , yo amo la pareja laliter pero pienso que por variar un poco no esta nada mal por eso es que mi nove no es laliter , este es mi blog : http://crazyaddygrr.blogspot.com.es/

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  3. Me encanto¡¡ Quien sera el que roba los archivos? mmamsssss

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  4. me parece que Nico y Lali se van a llevar de maravilla =)

    espero masss Besos

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  5. Quiiien puede robar los archivos? , soy mala yo y ns si me enoja q no se halla qedado a cuidarlo, aunq el me da pena jajaja quieroo leer el prox capituuulooo

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  6. Pobre peter :( haga espero que encuentren pronto al ladrón
    Quiero más

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