6 de mayo de 2013

Capítulo cuarenta y uno.

PRÓXIMO CAPÍTULO (FINAL):
+20 FIRMAS.



Me quedé allí de pie con una sensación incómoda en la boca de mi estómago. Esto era el día por el que habíamos estado esperando. Esto era el día que toda mi vida escolar había estado construyendo. La graduación. Hoy dejaré este instituto, graduándome con honores y finalmente toda clandestinidad, cuidado, preocupación, todo habrá terminado. Peter y yo podríamos estar juntos sin mirar sobre nuestros hombros todo el tiempo. Una vez esta ceremonia terminara, ya no sería ilegal para mi enamorarme de mi profesor. Sonreí mientras exploraba la multitud de personas. Vi a mis padres sentados allí, mamá estaba llorando de felicidad con una gran sonrisa en su cara. Un par de filas tras ellos estaban Vic, Mery y Agustín.
Habían insistido mucho en venir y verme graduada, aunque por ahora se mantendrían alejados de mis padres. Llegaría el momento en que se conocieran pero ese día no era hoy.

Vi a los maestros sentados a un lado. Peter me miraba con una sonrisa de orgullo en su cara; sentí una sonrisa boba estirarse en mi cara y rápidamente desvié la mirada antes de hacer algo obvio. Fruncí un poco el ceño, no lo había visto mucho últimamente; había estado estudiando y trabajando duro para poder graduarme, así que no habíamos pasado mucho tiempo juntos. Además, aun cuando pasé tiempo con él, últimamente había estado distante, haciendo llamadas telefónicas, enviando emails, hablando con Vic y luego deteniéndose cuando yo entraba en el cuarto. No sabía de qué se trataba, pero esperaba que fuera tan simple como que estuviera comprándome mi regalo de graduación o algo así. Mi mente empezaba a imaginarse cosas horribles, como que tal vez ya no quisiera estar más conmigo, tal vez ahora que la excitación de una relación prohibida había terminado él no me querría. Estaba preocupada porque el último par de semanas empezó a irse los fines de semana con Vic, apagando su móvil para que no pudiera llamarlo. Él dijo que no era nada, que Vic necesitaba desconectarse y estaba teniendo «tiempo de chicos». Así que lo dejé ir, rezando para que no me estuviera engañando o algo así.

Distraídamente puse mi mano sobre mi muñeca, cogiendo mi pulsera de dijes y preocupada por los pequeños dijes entre mis dedos tratando de calmar mis nervios. Había añadido un par más a mi pulsera recientemente, uno que él me dio en la noche del baile, el tulipán, también había sido unido por una herradura que me compró cuando tenía mis exámenes y el otro que me dio esta mañana, el pequeño pergamino plateado que era por mi graduación. Mordiendo mi labio esperé que dijeran mi nombre. Miré cómo Euge saltaba para obtener el suyo, haciendo un dramático arco que hizo que la gente se animara y aplaudiera. Me reí y moví mis ojos hacia Peter otra vez, viendo cómo le aplaudía y sonreía abiertamente. Euge y Peter se llevan muy bien, de hecho él se lleva muy bien con todos mis amigos, solíamos salir bastante.

Pablo también tuvo su turno en el escenario; levantando al aire el puño, lo que hizo que su padre gritara e hiciera la misma cosa. Alguien me dio un codazo en la espalda y giré para ver a una chica de mi mismo año frunciéndome el ceño y mirándome como si yo estuviera loca.

¿Vas a pasar? —me preguntó, señalando el escenario.

La miré con curiosidad hasta que me di cuenta de lo que estaba hablando. Era mi turno de recibir mi certificado. Tragué saliva y agarré mi pulsera fuertemente cuando caminaba en el escenario, tratando de aparentar confianza aun cuando secretamente contaba los pasos en mi cabeza rezando para no caer.
Cuando me detuve frente a él sonrió abiertamente y me tendió la mano.

Felicidades —señaló. Me reí y estreché su mano tomando el pequeño pergamino con mi otra mano, sintiendo una explosión de triunfo caer sobre mí. Lo he hecho. Me he graduado. Ahora soy libre para seguir adelante con mi vida, mi vida con Peter.

Gracias, director Torres—contesté, prácticamente saltando fuera del escenario mientras Vic gritaba y cantaba: «Arriba, bombón» una y otra vez. Le lancé una mirada de advertencia que sólo lo hizo reírse y guiñarme un ojo. Cuando llegué al otro lado del escenario agarré a Euge y la abracé fuertemente antes de abalanzarme sobre Pablo quien me daba vueltas en un pequeño círculo, riendo.
Saludé con la mano a la familia Lanzani. Ellos hicieron una salida rápida y discreta después de la ceremonia.
Sentí que mi móvil vibraba en mi bolsillo así que lo saqué para ver que tenía un mensaje nuevo de Peter.


Encuéntrame atrás del gimnasio. 

Chicos, necesito ir al baño antes de salir —mentí. Mi padre besó un lado de mi cabeza, sonriendo orgullosamente.

—Bien, calabaza, esperaremos aquí. —Sonreí y salté a ver a Peter y conseguir su abrazo de felicitación.
Me dirigí al lado del gimnasio, no había nadie allí. Fruncí el ceño y me dirigí un poco más lejos, decidiendo esperarlo allí. Tal vez estaba atrapado hablando con alguien. Antes de saber lo que pasaba alguien me agarró y me arrastró alrededor de la última esquina, detrás de un arbusto, por lo que estábamos fuera de vista. Chillé por el shock, pero sabía que era Peter por su risa.

Giré en sus brazos y sonreí. —Hola —suspiré. Sonrió y me apretó contra la pared.

Hola —respondió, besándome suavemente. Gemí en su boca, rezando para que estuviéramos fuera de la vista porque realmente no deberíamos estar haciendo esto aquí. Él estaba obviamente excitado, ya estaba graduada. Rompió el beso dejando besitos desde mi mejilla a mi oído—. Estoy muy orgulloso de ti, preciosa. Necesito hablarte de algo —susurró, besando otra vez mis labios ligeramente—. ¿Podemos ir a algún lado? No quiero llevarte lejos de tu familia ni nada, pero esto es importante. 

Ummm… bien. Se supone que vamos a cenar, pero podría cancelarlo —declaré, haciendo una mueca—. Mis padres se molestarán conmigo, pero supongo que si esto es importante entonces lo haré. 
Sacudió la cabeza con rechazo.

No canceles. Esto puede esperar, pero necesito hablarte hoy, así que tal vez, ¿podríamos reunirnos después de la cena? —sugirió, ladeando la cabeza, mirándome esperanzadamente.
Asentí y me agarré del frente de su camisa, jalándolo hacia mí. No quería dejarlo ir. Estaba un poco asustada. ¿Va a romper conmigo? ¿Va a decirme que quiere a alguien más? ¿O más espacio? ¿Lo estoy agobiando? Sonrió y pasó su pulgar por encima de mi pómulo.

Luces preciosa con tu túnica, pareces un ángel. —Me halagó, besándome suavemente.
Sentí mis ojos llenarse de lágrimas; no quería que mi tiempo con él terminara. Nunca superaría este hombre; nunca en mi vida sería capaz de encontrar a alguien que me hiciera tan feliz como él lo hacía.

 —¿Hice algo malo? —susurré, tratando desesperadamente no dejar caer las lágrimas.

¿Algo malo? No, ¿por qué piensas eso? 

Has estado distante últimamente, has estado ocupado y realmente nosotros no nos hemos visto mucho. ¿Tienes dudas sobre mí? Quieres que….que…. —No podía decirlo, no podía forzar esas dos palabras a salir de mi boca, sabían tan amargo, tan repugnantes que no quería decirlas.

¿Piensas que voy a romper contigo? —preguntó incrédulamente. Asentí, mordiéndome el labio, esperando a que dijera las palabras y mi mundo colapsara en los abismos del infierno. Frunció el ceño con ira y sacudió su cabeza—. Preciosa, ¿por qué siempre asumes lo peor? ¿Por qué dudas de mi amor por ti todo el tiempo? —preguntó, sacudiendo la cabeza tristemente.

No soy suficientemente buena para ti. Uno de estos días te darás cuenta, —murmuré. Cerró los ojos y dejó escapar un gran suspiro, presionó su cuerpo contra el mío.

Preciosa, yo soy el que no es suficientemente bueno para ti, no al contrario. Te amo. Te amo más que a nada en el mundo y siempre te amaré. Necesitas dejar de dudar de ti misma y dudar de mí. Estás pegada a mí ahora. Por amor de Dios, estás usando mi anillo. ¿No te dice eso que mis sentimientos no cambiarán? —preguntó, presionando su frente a la mía.

Tragué ruidosamente. —Entonces, ¿qué es lo que necesitamos hablar?

Sonrió. —Hablaremos más tarde. Es importante, pero no malo. ¿No empezarás a estresar esa hermosa cabeza con eso, de acuerdo? —Asentí y tiré su boca hacia la mía, besándolo profundamente, mostrándole con ese beso lo mucho que lo amaba, necesita y apreciaba. Se retiró luego de un minuto más o menos—. Deberías irte, tus padres probablemente te estarán buscando. Llámame después y nos encontraremos en algún lugar.

Suspiré, no quería dejarlo aquí en el instituto. Quería llevarlo conmigo, presentarlo a mis padres y que viniera con todos a la cena. Me sentí muy mal por ir a esta ocasión trascendental sin el amor de mi vida.
Ok. Te amo Peter —Lo besé suavemente otra vez, antes de volverme y alejarme de él. Solo di un paso antes de que palmeara mi trasero cuando me marchaba.


Cuando terminamos con la cena, envíe un mensaje a Peter para decirle que estaba hecho y quedamos en media hora. Corrí a mi casa a cambiarme. Cuando llegó la hora, inventé una excusa para mis padres y me dirigí fuera de la casa para ir y reunirme con él y descubrir qué era esa cosa importante que tenía necesidad de hablar. Corrí hacia su coche que estaba estacionado calle abajo de mi casa. Cuando me deslicé en el lado del pasajero, él sonrió feliz.

Vamos a algún lugar y hablemos porque la anticipación de lo que se trate, en realidad me está matando lentamente —me quejé, haciendo un mohín con la mirada. Sonrió y encendió el auto, conduciendo hasta un parque infantil de juegos que no estaba muy lejos de casa. Nos bajamos y caminamos en el parque abandonado. Se dirigió hacia el banco y se sentó así que hice lo mismo y me senté junto a él, esperando a que lo escupiera. Se volvió hacia mí, pareciendo un poco nervioso.

Así que voy a eso entonces —empezó—. Estás totalmente decidida a quedarte aquí para ir a la universidad, ¿verdad? ¿Definitivamente no quieres ir a tu universidad soñada en New York? 
Entonces, dijiste que he estado distante y ocupado últimamente, así que debería decirte lo que he estado haciendo. Tengo un nuevo empleo. 

¿De verdad? ¿Qué empleo? —pregunté, mirándolo con curiosidad. Todavía no estaba segura de si era algo bueno o malo.

Asintió. —Sí lo tengo. Es otro puesto de profesor, pero no es en esta área, —contestó, levantando una ceja y mirando mi reacción.
Ya he aceptado el trabajo. Tengo que estar allí en pocas semanas así que me mudaré de aquí. 

Sí, he estado ocupado últimamente con entrevistas y cosas como esa. Pero me ofrecieron esta oportunidad realmente buena que simplemente no pude rechazar —continuó.

Oh —mascullé otra vez, realmente no era capaz de formar pensamientos coherentes aparte del hecho de que Peter me estaba dejando. Se había acabado.

¿No vas a preguntarme dónde me voy a mudar? 

¿Dónde? —susurré, luchando contra la tristeza que trataba de consumirme. Este comenzó como uno de los días más felices de mi vida e iba a terminar en el peor.

Una sonrisa tembló en las comisuras de su boca.
Aquí vas, dudas de mi amor por ti otra vez —susurró, besándome suavemente. No sabía cómo responder. Por supuesto que estoy dudando de tu amor por mí, ¡estúpido! Renuncié a la universidad de mis sueños por quedarme aquí contigo y tú ¿solo te vas y me dejas aquí? ¿Qué egoísta locura es esa?

Peter… solo… —No sabía que quería decir. Parte de mi quería llorar, parte de mí quería gritarle, parte de mi quería apretarlo y nunca dejarlo ir.

El empleo es en New York —dijo, retrocediendo y mirándome esperando mi reacción.

¿Es alguna clase de broma de mal gusto? —pregunté sacudiendo la cabeza, no entendía el humor de este chico. Se rió y tomó mi mano, tirando de mí hacia el banco de nuevo.

Sí, me voy a mudar a New York. Tengo una gran línea de trabajo allí, está bastante cerca de tu universidad soñada en realidad —comentó, mirándome feliz.

Lo alejé de mí con enojo.
¿Qué demonios? ¡Rechacé mi lugar allí! ¿Por qué haces esto? Peter por amor de Dios, esto es sólo... —gruñí con frustración y sacudí mi cabeza hacia él.

Él sonrió. —Tú no rechazaste la plaza en realidad. Aceptaste ir. Bien, eso no es estrictamente verdad, Euge aceptó ir, fingiendo ser tú —dijo, encogiéndose de hombros.


¿Ella hizo qué? —mascullé de repente más confundida en cuanto a dónde iba esta conversación.

Suspiró feliz. —Deja de estar enfadada conmigo, puedo ver que estás enojada por tu expresión. Esto es bueno, lo prometo. —Tomó mi mano y se volvió en su asiento para quedar totalmente frente a mí—. Antes de que hablaras con Euge y le dijeras que te quedabas aquí y no irías a New York, hablé con ella. Le dije que ibas a decirle eso. El último par de meses he estado luchando por encontrar un nuevo empleo cerca de la universidad que querías. Ha sido duro porque soy joven y no todos los institutos quieren dar la oportunidad a un joven que solo tiene un año de experiencia enseñando. Pero encontré una eventualmente. Me ofrecieron un puesto, apenas la semana pasada. Está solo a media hora de la universidad de tus sueños —explicó.

Mierda, ¡no lo vi venir! ¿Hablará en serio? —Así que tienes un trabajo en New York, y ¿Euge aceptó mi lugar en la universidad cuando pensaba que yo lo había rechazado? —pregunté, necesitando confirmación.

Asintió. —Sí, fue bastante fácil, ella confirmó a través de internet usando su portátil, y yo intercepté la carta de rechazo que enviaste. —Estuvo de acuerdo, sonriendo tímidamente.

Cerré mis ojos, todavía no estaba segura de qué pensar acerca de esto.
¿Podrás mudarte a New York conmigo? —susurré.

Se rió. —Me mudaría a la Antártida contigo, preciosa. 

¿Nos vamos a New York? —Jadeé, la realidad de esto bañándome repentinamente. Asintió. Una sonrisa se extendió por su cara.

Sip, tú yo y Euge. 

Peter, ¿qué diablos? ¿En serio? —grité, saltando del banco y cubriendo mi boca cuando empecé a reír.

En serio —confirmó, encogiéndose de hombros despreocupadamente como si no fuera gran cosa. Chillé y salté sobre su regazo, haciéndole gruñir antes de reírse también.

Oh Dios, gracias. ¡Gracias! Eres…. no tengo palabras para describirte. Eres perfecto —dije efusivamente, mirándole con asombro. 

Sacudió su cabeza. —No soy perfecto, soy un desordenado nerd de las matemáticas —se burló. 

Corrección, eres mi desordenado nerd de las matemáticas —contesté sonriéndole. 
Me sonrió y apretó su mano detrás de mi cabeza, tirando mi boca más cerca de la suya. 

Y tú eres mi Amuleto de la Suerte, preciosa —susurró, antes de presionar sus labios en los míos y besarme tiernamente. Sonreí contra sus labios, sintiéndome tan feliz que podía estallar en una canción en cualquier segundo. Entonces me di cuenta. Retrocedí y me estremecí. 

Les dije a mis padres que me quedaría aquí. ¿Cómo les voy a decir que ya no? 

Sonrió. —Pienso que podríamos hacerlo juntos. —Me miró un poco nervioso por ello mientras acariciaba mi pelo suavemente.

¿Por fin te armaste de valor para conocer a mi padre? —bromeé, sabiendo que él había querido hacerlo por meses, pero no podíamos hasta que me graduara. 

Asintió. —Finalmente sí —estuvo de acuerdo, siguiendo el juego—. No solo voy a conocer al tipo, también voy a decirle que tomo a su única hija para vivir en pecado, a kilómetros de distancia de su casa. Puedo ver cómo ésa noche terminará mal. 
Me reí y presioné mis labios contra los de él, besándolo con fuerza. 

No te preocupes, pasaremos por ello juntos —prometí. 

Asintió. —Es por eso por lo que no estoy enloqueciendo. Pase lo que pase después de esto, sé que estará bien, porque estaré contigo. —Me besó otra vez, terminando la conversación. 

Me derretí contra él, mi corazón estrellándose en mi pecho mientras me preguntaba cómo era posible ser tan locamente afortunada. Tenía al chico de mis sueños, y nos mudaríamos juntos para que pudiera ir a la universidad de mis sueños. La vida no podría tener algo mejor que esto. No importaba la reacción de mis padres, no lo haría, Peter y yo lo conseguiríamos, conseguiríamos cualquier cosa. Juntos. 
_________________________________________________________________________________

UN CAPÍTULO CHICAS!! :D


8 comentarios:

  1. Me encanta esta novela! No quiero que termine!
    Espero el último!
    No firmo mucho xq estoy a full con la facu!
    Flor..

    ResponderEliminar
  2. quiero maaaas nove
    qe lastima que sea el ultimo capitulo

    ResponderEliminar
  3. pa no derretirse!!! es TAN perfecto!!! (a pesar de que hoy llevo un dia desastroso con las matematicas, y las odio) pero así tendría una excusa para aprender mates! jajajjaja

    DESEANDO LEER EL FINAL!!!!ufff se avecina una dificil! no es solo que le digan la verdad de su relacion, sino que ademas SE VAN! jajaja

    espero mas noveeee
    MUACKS!

    ResponderEliminar
  4. ola k ase, sube el ultimo jooooo

    ResponderEliminar