9 de abril de 2013

Capítulo catorce.

MARATÓN:
+10 COMENTARIOS.





¿Cómo es que te fuiste con Pablo? Pensé que estabas con ese nuevo chico, Pedro —preguntó mi padre frunciendo el ceño cuando entré a casa. Sonreí débilmente ante la mención casual de su nombre. A mi papá no le preocupaba Pablo, pero estaba un poco aprensivo acerca de Peter. Eso era probablemente la causa de su ceño, él no había tenido la oportunidad de amenazarlo todavía.

Pablo y yo sólo somos amigos —contesté. Tomando un respiró hondo antes de continuar, sabiendo que tenía que decirlo en voz alta por primera vez—. Peter y yo rompimos hoy. —Me encogí de hombros, tratando de fingir que estaba bien, aunque mi voz se quebró un poco cuando dije su nombre. Mi mamá se quedó sin aliento, inmediatamente saltó del sofá. —Estoy bien, estoy bien —mentí—. Me voy a la cama. Nos vemos en la mañana. —Me volví sobre mis talones y me dirigí rápidamente fuera de la habitación, sólo haciendo una pausa entre las escaleras y la seguridad de mi habitación. Cuando llegué allí, lo primero que hice fue tirarme bocabajo en la cama, llorando sin control de nuevo.
No podía hablar con Euge, y no quería volver hablar de nuevo de ello, por lo que le mandé un texto en su lugar diciéndole de la separación, pero que no quería hablar más de eso y que la vería mañana como de costumbre. Tomé mi teléfono para apagarlo sabiendo que trataría de devolverme la llamada de todos modos a pesar de que le dije que no quería hablar. Como una zombi, me despojé de mi ropa y me dirigí a la ducha, dejando que mis lágrimas se mezclaran con el spray que dejaba el agua calmando mi tenso y estresado cuerpo. En el momento en que salí y me dirigí de nuevo a mi dormitorio, Euge estaba sentada en mi cama. Salté y chillé del susto. Me sonrió con tristeza.

Tu mamá me permitió subir —explicó, lanzándome una mirada compasiva. Asentí y fui a sentarme en silencio junto a ella, agarró un bolso marrón del suelo y lo puso en mi regazo. Lo abrí para ver como treinta dólares de diferentes caramelos y helados. Me tendió una cuchara para mí. Le sonreí agradecida.

Sabes que eres la mejor amiga que he tenido, ¿verdad? —pregunté, sacando una caja de cartón, ofreciéndosela. Nos sentamos a comer helado hasta que ambas nos sentimos enfermas, entonces finalmente se quedó dormida justo después de la medianoche.
Cerré los ojos y recé también por el sueño, pero no me fue tan fácil. Todo en lo que podía pensar era en Peter y lo guapo que era. Cuando por fin me quedé dormida como a las cuatro de la mañana, todo en lo que soñaba era él y la diversión que tuvimos, cómo solía hacerme reír y hacerme sentir especial.

Cuando la mañana llegó, mi cabeza palpitaba, y me sentía muerta en calor. Euge trataba de alegrarme peinando mi cabello por mí, arreglándolo y haciéndome una coleta. Tenía plasmada una sonrisa falsa a pesar de que me sentía un poco muerta por dentro. Sabía que no quería hablar de ello por lo que no preguntó nada, la quería por ello. El camino a la escuela fue horrible. Cada segundo que pasaba me acercaba más y más a verlo de nuevo. Rogué que pudiera mantenerme serena en su clase y no me echara a llorar delante de todos. Cuando nos detuvimos en el estacionamiento, vi su coche inmediatamente. Al pasar por él, tuve el fuerte impulso de patearlo o lanzarle una piedra a través del parabrisas como venganza. Pero ¿para qué? ¿En realidad que había hecho mal, aparte de no tener sentimientos por mí? Nada.
Suspiré y fui a mi casillero, colocando mis libros como en piloto automático. Asentí a las conversaciones a mí alrededor, fingiendo que estaba interesada y escuchando.

¡El señor Lanzani! —gritó Rocío de repente excitada, a mi derecha. Mi aliento se atoró en mi garganta cuando miré en la dirección que estaban mirando. Él caminaba hacia nosotras, se veía tan guapo que podría llorar. Llevaba pantalones vaqueros y una camiseta negra con una camisa crema en la parte superior, dejada desabrochada. Me mordí la lengua muy fuerte, lo suficiente como para sacarme sangre. No me había preparado para esto, sí, yo esperaba verlo en su clase, pero no sólo que al azar se apareciera en medio del pasillo. Se detuvo cuando llegó a nosotras y nos dio a todo el mundo su marcada sonrisa, me fijé en sus ojos que ni siquiera se posaron en mi dirección.

Buenos días, chicas. Me tragué la sangre en mi boca y me forcé a no llorar. Rochi hizo girar su cabello alrededor de su dedo de la mano mientras lo miraba.

Escuché esa canción, la que dijo que era su favorita. Nunca había oído hablar de The Kooks antes, pero esa canción fue increíble —murmuró, aleteando sus pestañas.

Sí, es una buena canción, debes escuchar algunas de sus otras canciones también. —Le sonrió de nuevo a ella y de repente estaba segura de que lo quería golpear, estaba coqueteando con Rocío, o Peter simplemente lo hacía porque era mi maestro y había arruinado todo lo que teníamos en el verano.
Miré a mis pies tratando de no dejar que el tono de su voz me afectara. Continuaron hablando acerca de algún grupo estúpido del que nunca había oído hablar antes. Incapaz de mirarlo, arrastré mis ojos del piso para ver que Rocío se había movido un poco más cerca de él y tenía su mano sobre su brazo.
Oh mierda, esto me está matando. ¿Por qué no puede simplemente irse lejos? ¿Por qué está de pie aquí hablando con mis amigos sobre música? ¿No sabe lo mucho que esto me está lastimando?

¡Lali, aquí estás! —llamó Nick caminando hacia mí, sonriendo. —Te dejaste el portátil anoche —dijo, buscando en su mochila y tirando de él hacia fuera.
Cuando lo tomé me di cuenta de que las manos de Peter se hallaban en puños apretados por alguna razón.

Gracias. No habría sido muy inteligente de mi parte ir a clase sin él ¿verdad? —bromeé, encogiéndome de hombros y sonriendo débilmente a Pablo.

¿Quieres salir a comer algo fuera hoy?

Sí, claro, suena bien, pero tú invitas. 

Rodó los ojos. —¿No lo hago siempre? Sin duda, es tu turno. 

Tú compras, yo cocino, ese es siempre el acuerdo —repliqué, sacándole la lengua.

Señorita Espósito, no puede salir de aquí hoy —dijo Peter, mirándome molesto.

¿Por qué no? —pregunté confundida. Soy una estudiante de último curso, no necesito su permiso para salir de la escuela para el almuerzo.

Tiene detención durante el almuerzo.

¡De ninguna manera! ¿Por qué? ¿Qué se supone que he hecho? —lo desafié, fulminándolo con la mirada. Peter levantó una ceja, no parecía afectado por mi mirada enojada.

Por salir de mi clase sin permiso ayer —afirmó—. Y si sigue faltándome el respeto como lo está haciendo ahora, va a tener detenciones durante el almuerzo por el resto de la semana, también. 

¡Oh! ¡Dios mío, qué idiota! Sabe por qué salí de su clase ayer, ¿y no puede ser un poco flexible? ¿Qué es lo que pude ver en él de todos modos? Giró sobre sus talones y se alejó.
¡Hijo de puta! ¡Qué maldito idiota! —despotriqué, tirando mi bolso en el suelo, pensando que estaba fuera del alcance de su oído. Se detuvo y miró hacia atrás por encima del hombro.

Toda la semana entonces, señorita Espósito. —Lo escuché reírse entre dientes mientras se alejaba de nuevo.


Mi boca se abrió en shock cuando traté, y fallé en dispararle rayos láser con los ojos y de alguna manera prenderle fuego. Cuando me volví hacia mis amigos, fui recibida por un mar de expresiones conmocionadas. No quería hablar de ello, suspiré y tiré el resto de mis libros en mi casillero con enojo, ignorando cómo todas las páginas quedaban dobladas hacia arriba. Cerré la puerta más fuerte de lo necesario. Por el rabillo del ojo, vi que Rochi movía la cabeza en señal de desaprobación.

Guau, ¿qué fue eso? ¿Por qué le has hablado de esa manera, Lali? En serio, nunca te he visto hablarle así a un profesor ni siquiera una vez —reprendió. ¿Y lo defiende? ¿Está molesta conmigo porque lo llame idiota? Guau, tengo algunos amigos realmente muy fastidiosos. Ignoré su pregunta.

Parece que no puedo ir a almorzar hoy, Pablo, lo siento. Gracias por mi portátil —murmuré mientras giraba sobre mis talones y salía corriendo enfurecida hacia el gimnasio.


27 comentarios:

  1. No es justo lo que esta haciendo peter,lo hace porque esta celoso

    ResponderEliminar
  2. Peter lo hace de puro celoso

    ResponderEliminar
  3. peter se volvio loco ya se me atravezo

    ResponderEliminar
  4. novela novela novela

    ResponderEliminar
  5. CE LO SA ZO peter celosazo
    Cdmndmfkdjdsh
    Otroooooooo
    Besos

    ResponderEliminar
  6. Peter esta celoso...
    Lali me da mucha pena, bueno y Peter tambien, me gustaría saber como se siente él, si siente celos es porque la ama y tambien sufre por perderla
    Ayer me perdí el maratón, que pena hoy he leido todo

    ResponderEliminar
  7. ESO SI QUE NO! primero le dice que lo de ellos dos no puede continuar, y ahora la cela? es un imbecil!! un tarado y un egoista, no la deja seguir pero tampoco la va adejar continuar con otra relacion - esa es otra, la esta celando de que un AMIGO la invite a comer, lkasjfakl lo odio! -


    espero mas nove mas nove mas nove mas nove!

    besoso

    ResponderEliminar
  8. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas

    ResponderEliminar
  9. otro segui la maraton porfa

    ResponderEliminar
  10. pobre lali , igual me gusta el peter celoso :D
    MAS!!!!

    ResponderEliminar
  11. Respuestas
    1. aaa bue Peter muy celoso, eso es injusto aun que me encanta jsgghcdakjgfadgjhj no puedes dejar esto asi quiero mas!!! dios muero por mas jajaja mas mas mas mas mas!! :D

      Eliminar
  12. Celoso y tiene el poder d retenerla.Pero k rayos ciquetea con jovencitas y a Lali k era su novia la deja x ser joven ,clarisimo quiere darle celos.

    ResponderEliminar