14 de abril de 2013

Capítulo diecisiete.


MARATÓN:
+15 COMENTARIOS.
(Durante una hora y media)







Los veo mañana, les dije sobre mi hombro mientras me volteaba y salía. Justo cuando llegué a la puerta de la entrada alguien me agarró de la mano, haciendo que me dolieran un poco por los arañazos de ayer. Me volví furiosa, esperando ver a Peter ahí diciéndome que tendría que regresar al castigo o algo. No era él, era Pablo.

¿Cómo vas a casa? —preguntó, mirándome preocupado.

Me encogí de hombros en respuesta. —Caminando. 

Él suspiró y puso su brazo alrededor de mi hombro. —Te llevo a casa. No puedes irte caminando a tu casa si estas enferma. —Me llevó hacia su coche. Sonreí, no queriendo admitir que estaba fingiendo. No quería caminar a casa. Sabía que era egoísta pero me gustaba su compañía, él me quitaba de la mente a PEter por un rato, porque él no hablaba acerca de lo guapo que era, todo el tiempo, como hacia Euge.

—. ¿Quieres entrar y hacerme compañía? —le pregunté esperanzada. De otra manera tendría que entrar y encontrar alguna otra manera de distraerme yo sola.

Mientras prometas no vomitarme encima, como la otra vez.
Me eché a reír. En nuestra tercera cita no me sentía particularmente bien, pero no quería cancelarla así que aun así fui y terminé vomitando en sus pies, en medio de un cine lleno.

Oh, Pablo, estoy sorprendida de que aún me hables —dije aun riéndome.

Yo también algunas veces. —Rodó los ojos y salió del coche, esperándome a que llegara a su lado antes de deslizar su brazo nuevamente alrededor de mis hombros y llevándome al interior.
Mi madre aún no estaba en casa. Trabajaba hasta las cuatro en punto así que teníamos la casa para nosotros solos. Pablo me llevó hacia el sofá e hizo que me sentara. —Iré a hacerte alguna cosa y luego podemos ver una película —dijo, sonriendo y caminando hacia la cocina como si fuera el dueño del lugar.
Apoyé la cabeza hacia atrás en el sofá, en silencio intentando detener mi mente y no pensar en Louis otra vez. Después de un par de minutos Pablo regresó y colocó una tostada y una taza de té de menta delante de mí antes de dirigirse hacia el reproductor de DVD.

Gracias. —Le sonreí. Se dejó caer en el sofá junto a mí mientras yo mordía la tostada, no queriéndolo realmente, pero no quería ofenderlo después de que se tomó la molestia de hacerlo para mí. Cuando la película empezó, sonreí. Era Love Actually, mi favorita. Me acurruqué a su lado y suspiré. ¿Por qué no podía enamorarme de alguien como Pablo? Un dulce y adorable chico que estaba loco por mí y lo más importante, de mi edad. Después de la película hablamos un poco. Volvimos hablar acerca de mis clases, mi corazón se hundió, sabiendo que él pronto mencionaría a Peter. —¿Y cómo llevas cálculo este semestre? ¿Crees que necesitarás ayuda otra vez? —pregunto. Él sabía cuánto lo había odiado la última vez; me había quejado con él.

No lo creo; el chico nuevo dijo que debería conseguir un tutor. Sugirió a Candela, ¿puedes creértelo? A ella de todas las personas. —Me quejé, molesta ante la idea.

Si necesitas un tutor puedo ayudarte. Digo, no soy un completo genio o algo parecido, pero me las arreglo lo suficientemente bien —se ofreció, encogiéndose de hombros.

Me estás tomando el pelo. ¿Harías eso por mí? —pregunté, mirándolo esperanzada.

Él sonrió, levantando un dedo. —Con una condición.
Detuve mi respiración, rezando para que no fuera a preguntarme si íbamos a salir de nuevo o algo así.
Realmente me gustaba que fuéramos amigos y no quería que las cosas se pusieran delicadas.

Está bien, ¿qué es? —pregunté nerviosamente.

Él me sonrió. —Lo haremos en mi casa y como paga tú puedes cocinar para mí en esas noches. Al menos dos veces a la semana. 

Sonreí y lancé mis brazos alrededor de su cuello, abrazándolo fuertemente; cocinaría para él si me lo pidiera aun sin que me diera clases particulares. —Definitivamente es un trato —acordé felizmente. Él me devolvió el abrazo y de repente alguien tocó la puerta. Eché un vistazo al reloj para ver que eran más de las tres. ¿Quién diablos será? No estoy esperando a nadie.
Salté, pero Pablo instantáneamente me sentó de nuevo en el sofá, haciéndome cosquillas en los costados.
Grité y me reí mientras trataba de luchar con él para soltarme. Él rió y finalmente se detuvo.

Oh hola, señor, um… ¿qué está haciendo aquí? —preguntó, sonando confuso.
¿Señor? ¿Qué es todo eso? Me levanté y caminé hacia la puerta. Justo cuando llegaba a la esquina, escuché su voz.

Bueno, tengo el teléfono de la señorita Espósito. Dije que ella podría recupéralo al final del día, pero sus amigas dijeron que se fue a casa, enferma. Sé lo importante que es un móvil para una chica —contestó Louis. Su voz sonaba extremadamente incómoda y un poco molesta.
Oh que día, ¿él había venido a mi casa? ¿Qué diablos estaba haciendo? Doblé la esquina para ver a PAblo ahí parado medio bloqueando la puerta, su brazo en el marco mientras miraba a Peter. El lenguaje de su cuerpo no era de bienvenida. Parecían estar midiéndose el uno al otro de forma extraña. Peter estaba definitivamente enfadado; lo podía ver por la manera como apretaba la mandíbula.

Ella está enferma; se lo daré —dijo Pablo, tendiendo la mano hacia el teléfono.

Me gustaría comprobar que está bien. Estaba un poco rara en clase —contestó Peter con severidad, utilizando un tono de voz de maestro que ni siquiera sabía que tenía. Respiré profundo y me acerqué.
La cara de Peter se suavizó cuando me vio. Pablo dio un paso más cerca y presionó su pecho contra mi espalda, con sus manos descansando en mis hombros. La postura de Peter pareció cambiar instantáneamente, sus hombros se tensaron nuevamente. El aire estaba cargado de incomodidad mientras nos miramos el uno al otro, sin hablar.

El señor Lanzani trajo tu teléfono.

Asentí y tendí la mano. —Es muy amable por su parte, señor, pero pudo haberlo guardado hasta mañana. 

Peter colocó el teléfono en mi mano, ladeando su cabeza, mirándome fijamente. —También quería comprobar que usted estaba bien después de la hora del almuerzo. 

Estoy bien. —Me giré hacia Peter—. Um, ¿crees que podrías hacer un poco de té? Tengo mucha sed —pregunte incómodamente. Él frunció el ceño y asintió, alejándose. Volví a mirar a Peter para ver una sonrisa en su cara mientras observaba cómo Pablo se retiraba—. ¿Qué es lo que realmente quieres? —pregunté suavemente, cerrando la puerta detrás de mí.

Como dije, solo quería darte tu teléfono y comprobar que estabas bien. Te veías bastante molesta cuando saliste corriendo —dijo en voz baja, ladeando su cabeza a un lado y mirándome con avidez.

Estoy bien. —Me encogí de hombros con indiferencia—. Como puede ver, tengo compañía, así que gracias por traerme el teléfono, señor Lanzani y lo veré mañana en la hora del castigo —dije con mi voz más desagradable.

Resopló, entrecerrando los ojos. —Sí noté que tenías compañía. ¿Remplazándome ya? —preguntó, levantando una ceja desafiándome. Jadeé. Hombre, está empezando a cabrearme más y más.

¿Eso es algún tipo de broma? —espeté, apretando los puños e ignorando el escozor de los pequeños arañazos en mis palmas mientras la piel se estiraba, probablemente empezarían a sangrar nuevamente.

Es solo una observación. 

Pablo y yo somos amigos y eso no es de tu incumbencia. 

¿Sí? Eso no fue lo que escuché, oí que solíais salir pero que terminasteis al empezar el verano —replicó apretando su mandíbula mientras sus penetrantes ojos grises se endurecían acusadoramente.
¿Por qué diablos estaba mirándome así? Esto no era de su maldita incumbencia aunque empezara a salir con Pablo otra vez. Él fue el que rompió conmigo, no al revés.

Eso no tiene nada que ver; nosotros éramos amigos antes que estuviéramos juntos. ¿De dónde sacas esa mierda? —pregunté molesta.

Se encogió de hombros, relajando su mandíbula. —Oí cosas. Tú no estabas en clase así que la gente empezó a especular cosas de porqué fuiste vista dejando la escuela con tu ex-novio. 

Bueno como dije, eso no es de tu incumbencia. Gracias por el teléfono. —Di un paso atrás, para entrar y cerrarle la puerta en las narices.

Antes siquiera de que pudiera volverme, metió el pie, manteniendo la puerta abierta. —Lo siento te estoy lastimando —dijo en voz baja, mirando mis manos.

Me burlé de eso. —No lo sientes. Deja de mentir. Tú probablemente estés enfadado porque tendrás que buscar sexo de ahora en adelante. Ya no estará tan a mano cuando tú lo quieras. Oh, por cierto, ya arreglé mis asuntos del tutor; Pablo me ofreció su ayuda. 
Pateé su pie haciendo que lo retirase hacia atrás. Le cerré la puerta en las narices, ignorado su expresión de sorpresa. Me incliné contra ella, incapaz de respirar. Oí palabrotas al otro lado de la puerta, unos segundos después oí el golpe de la puerta del coche. Me retiré de la puerta y me fui hacia la cocina. Pablo estaba apoyado contra el mostrador esperando que la tetera hirviera. Me encogí de hombros, luchando con la necesidad de llorar otra vez.

¿Estás bien? —preguntó, girando torpemente y envolviéndome en un abrazo. Asentí, esperando que mi voz saliera.

Sí, estoy bien. ¿Te quieres quedar a cenar esta noche? —pregunté esperanzada.

Sonrió. —Claro que sí, la comida de tu madre es mucho mejor que la tuya, sin ofender —contestó, tirándome hacia atrás y sonriéndome. Golpeé su brazo, fingiendo enojo.

Ouch, tranquila con el gancho de derecha, Rocky Balboa —bromeó.

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Che, ¿vieron las primeras imágenes de Aliados? Por Dios, es una bomba. 




26 comentarios:

  1. Buenisimo el cap. Peter celoso jajajajaja lo mas

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  2. Más me gusta mucho soy maria

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  3. holaaaaaa..... suve mas novela porfa. vamos que se puede mas conetarios

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  4. NUEVA LECTOR: tus novelas son lo mas- las amo

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  5. jkjakjaaj pobre peter celoso me encataaa

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  6. super buena thu nov me mata laliajkjaakjka y peter celoso me causa mucha gracia

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  7. siento pena por pablo... por que al final lali queda con peter. me encat thu novela eres lo mas re amo como escribes
    suve mas novela porque la nesesitopara vivir
    espero que puedas suvir mas novela
    en mi pais muy tarde ya asique...SUVE

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  8. la amoooooooooooooooooooo

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  9. Otrooooooooo
    De hechazo peter celosazooo
    Besos

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  10. me encanto me encanto me encanto espero masassss

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  11. Si sabe que la esta lastimando por que no la deja, o por qué no sigue con ella que lo esta deseando... me mata que no se decida, porque ese jueguito que se trae Peter es el juego que esta lastimando a Lali.

    espero mas nove =) besos!

    PD: las imagenes de aliados fueron WOW! XD que ganas de que empiece

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