28 de abril de 2013

Capítulo veintinueve.


 PROXIMO CAPÍTULO:
+20 FIRMAS.




HOOOOOLA CHICAS!! Cuentenme, qué les pareció el capítulo anterior? Son más tiernos... jajaja.
Me encanta que les guste esta adaptación. Es un libro que realmente me gustó y esto lo hago con todo el amor. Por eso, os dedico este cap a todas las que me habéis tenido paciencia y habéis sabido esperar. No es facil adaptar un libro, y yo esto lo hago por hobby, no por obligación. 
Este capítulo va por ustedes chicas :D Las quiero.
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CAPÍTULO 29.

Oh ¿era el final del juego de paintball? Se me había olvidado que por eso estábamos aquí.
Lo miré frustrada, no quería irme, aún teníamos mucho de qué hablar. Me tendió una mano sonriendo feliz. Hice una mueca y deslicé mi mano en la suya suspirando con satisfacción por lo bien que se sentía.
De alguna manera se sentía como el hogar. Él tomó las armas y cascos con la otra mano y me dio un pequeño tirón encaminándose hacia la entrada del peñasco. Me pegué a su costado mientras caminábamos y no podía dejar de sonreír. Soltó mi mano, pasando el brazo por mi cintura, acercándome más mientras me besaba tiernamente en la cabeza.

¿Quieres hacer algo esta noche? —preguntó.

Claro, ¿qué tienes pensado? —pregunté sonriendo, luchando contra el impulso de saltar.

Lo que quieras, creo que deberíamos hablar más. Hay muchas cosas que necesitamos tratar —respondió encogiéndose de hombros. Fruncía el ceño pensativo.

Sí, supongo —le dije asintiendo lentamente. Me hizo detenerme. No había nadie alrededor pero debíamos estar cerca del claro y de la cabaña de paintball, los árboles ya empezaban a escasear.

Necesitamos actuar normalmente, preciosa. Hablaremos más tarde y resolveremos qué vamos a hacer, pero por ahora, haremos como si nada hubiera sucedido allí atrás ¿de acuerdo? —demandó, mirándome esperanzado. Asentí. Peter sonrió feliz y señaló el sendero con la cabeza.
Sonreí ampliamente y me alejé. En la curva, a punto de dar vuelta, algo golpeó mi culo haciéndome chillar de dolor. Peter se reía malvadamente. Me giré para ver que todavía me estaba apuntando con el arma. Le miré con incredulidad. Me había disparado en el trasero por segunda vez en el día.

¡¿Qué demonios?! —grité. Su risa sonó más fuerte. Dio unos pasos hacia mí y me tomó del brazo. Sus ojos estaban fijos en los míos cuando sacó mi último brazalete, metiéndolo en su bolsillo.

Te dije que tomaría tu última vida —susurró eróticamente. Presionó sus labios contra los míos otra vez, haciéndome olvidar el pequeño escozor donde me había disparado desde tan cerca. Con disimulo froté el dedo en la pintura fresca, cogiendo una gota con la yema del dedo. Cuando Peter se separó, rápidamente le embadurné la mejilla.

Ahora sí estás sexy —murmuré riendo porque se quedó estupefacto. Riendo también, me jaló con fuerza para abrazarme.

Tú sí que eres sexy —contestó besándome suavemente. Me sonrojé como una tonta. Su sonrisa se hizo más amplia mientras me acariciaba la mejilla caliente. —Me encanta cuando te sonrojas por mí. Es algo precioso. Me guiñó un ojo y se dirigió al sendero. Igualé mi paso al suyo. Tal vez no se daba cuenta, pero le eché miraditas de reojo mientras avanzábamos. Él caminaba rozando el dorso de su mano con la mía a propósito, y mientras íbamos hacia el claro, su dedo pulgar rodeaba apenas el mío, haciendo galopar mi corazón. Llegamos al claro y noté que Euge y Pablo estaban allí parados con Nico, charlando alegremente.

Hablaré contigo más tarde, preciosa —susurró Peter cuando caminó en sentido contrario al mío. Le miré alejarse luchando contra el deseo de ponerme a bailar en medio del claro. Él me amaba. Realmente me amaba. Nada importaba más allá de esas tres palabras. La cuestión de estudiante-profesor, la de la minoría de edad… ya nada de eso importaba. Sabía que tendríamos que tratar sobre ello. Sería duro, pero lo superaríamos juntos.


¡Aquí está la mujer desaparecida! —bromeó Pablo cuando me levanté para ir hacia ellos.

Yo no desaparecí; ¡tú te fuiste y me dejaste! —le reprendí en broma, golpeando su brazo.

No lo hice. Yo corrí hacia los árboles esperando que me siguieras, pero tú solo te agachaste, lo que es realmente estúpido. Luego te vi caminando en la dirección equivocada buscándome, pero para ese entonces ya había otras personas alrededor por lo que no podía gritarte o hacer cualquier cosa. Asumí que estabas atrapada y fuera porque solo tenías una vida para vivir —explicaba, riéndose de mi evidente falta de habilidad para el paintball. Sus ojos volvieron hacia la parte superior de mi brazo—. Y yo estaba en lo correcto, tú estabas fuera. ¿Dónde estabas? Euge y Nico, estaban fuera también y dijeron que no regresaste a la cabaña. 

¿Me perdí? —sugerí esperando que aceptara eso. Lo hizo. Sus ojos vagaban por mi cuerpo cubierto de pintura, obviamente verificando el daño. Él se echó a reír cuando me dio la vuelta para verificar mi parte posterior.

¿Te dispararon en el trasero otra vez? Eso es tan gracioso. ¡Solo te podía pasar a ti, Lali, solo a ti! —bromeaba. Me reí y lo empujé hacia atrás, haciendo un mohín.
Mire hacia Peter  en el momento exacto en el que él miró hacia mí. Le sonreí y recibí una sonrisa rompecorazones antes de mirar nuevamente a la Srta. Igarzabal. Suspiré y decidí que debía estar tranquila.


Euge dio un suspiro soñador mientras me comentaba que Nico le había invitado a salir. Nos unimos a la fila para subir al autobús y me perdí en su historia sobre el tiempo que estuvieron juntos. Escuché con los ojos bien abiertos y una enorme sonrisa mientras ella hablaba muy entusiasmada sobre todas las cosas que tenían en común.Cuando levanté mi pie para subir al autobús, un brazo se cruzó a través de la puerta bloqueando mi entrada. Levanté la mirada y me sorprendí al ver a Peter recostado de forma casual, con sus brazos estirados para yo no pudiera entrar al autobús.

Creo que voy a tener un moretón en el hombro donde usted me disparó, Srta. Esposito. Creo que tendré que darle detención por ello —bromeó él, riendo en voz baja. Reí tímidamente.

Usted no puede darme detención, Sr. Lanzani; no estamos en terreno del instituto. Además, fue un accidente y ya me he excusado —dije, bromeando con el asunto de ser maestros. Él miró hacia mí de manera pensativa.

Hmm, supongo que está en lo correcto. Pero un paso fuera en los terrenos del instituto y su trasero estará en detención. Puse mis ojos en blanco hacia él; obviamente le gustaba tener ese poder sobre mí.

Lo tendré presente. Él sonrió y movió su brazo de la puerta, asintiendo para que pudiera subir. Mi Peter estaba de vuelta por completo. Me encantaba, lo amaba así.
Después de media hora de chismorreo sobre Nico y la planificación de su cita mañana en la noche, finalmente estábamos cerca de la escuela. Mi teléfono sonó en mi bolsillo por lo que lo extraje preguntándome de quién sería el mensaje; cuando leí el nombre, inmediatamente sentí mi rostro caliente. Era de Peter. 

▬ Tengo que llevar a Rocío a casa. ¿Te paso a buscar a tu casa a las cuatro? 

▬ Estás ansioso, pensé que nos reuniríamos esta noche. Le envíe un mensaje de vuelta. 

Me duché tan rápido como fue posible, siendo cuidadosa de no mojar mi cabello, luego me dirigí a mi cuarto, escogiendo unos vaqueros ajustados que sabía le gustarían a Peter ya que la última vez que los utilicé apenas pudo mantener sus manos fuera de mi trasero. Escogí una camiseta negra y un jersey gris para colocarme sobre la camiseta. Me cepillé el cabello y me maquillé pero para ser honesta no necesita mucho. Mi rostro ya estaba iluminado por el entusiasmo, mis ojos brillaban. Suspiré contenta y bajé las escaleras para notificarles a mis padres que iba a salir fuera. Unos minutos después mi teléfono comenzó a sonar dentro de mi bolso. Lo saqué con entusiasmo, sabiendo que sería Peter. Salté de mi silla mientras contestaba, no queriendo estar cerca de mis padres en caso de que mi rostro delatara que estaba teniendo una relación ilegal con mi maestro. 

Hola —contesté. Me mordí el labio cuando me di cuenta de lo alegre y entusiasmada que sonaba mi voz. 

Hola preciosa. Estoy fuera, debo de ir y llamar a la puerta por ti o… —Él se fue apagando y sentí que mi corazón comenzaba a latir erráticamente al sonido de su voz. 

No lo hagas, ahora mismo estaré afuera —dije rápidamente. 

Tan pronto como abrí la puerta delantera, la felicidad se apoderó de mí. Solo ver estacionado el Jeep plateado de Peter hacía que sintiera mi piel estallar en llamas y mi cuerpo completo comenzó a sentir un hormigueo por el entusiasmo. Él me miraba caminar por el sendero, sus ojos un poco abiertos examinaban todo mi cuerpo. Yo sonreía con satisfacción. Deslizándome en el asiento del pasajero de su auto, sonreí. Él todavía recorría mi cuerpo con sus ojos lujuriosamente. Mi corazón latía tan alto que me sorprendía que él no pudiera escucharlo. Él todavía vestía la ropa de esta mañana, pero siempre se veía mucho más sexy fuera de los terrenos del instituto. 

Hola —susurré, sabiendo que mi voz no podría salir adecuadamente si trataba de hablar. 

Hola —susurró de vuelta, sonriéndome. Su expresión parecía igual a la mía, alegría, nerviosismo y un poco de conmoción. Él se inclinó hacia el asiento trasero, yo fruncí en ceño preguntándome qué estaba haciendo hasta que su brazo volvió hacia el frente, sujetando un ramo de tulipanes rojos. —Te compré esto. 

Oh Peter, son preciosas. Gracias —murmuré, luchando contra una ola de lágrimas de felicidad porque esto era real y él realmente me quería y por fin había terminado el dolor de las últimas seis semanas. 
Para siempre. 

De nada, preciosa —sonrió alegremente y mi corazón se derretía un poco cuando él me llamaba preciosa. Sus labios presionaron los míos. Lo necesitaba. Bebí ávidamente de él, besándolo tan ferozmente como él a mí, sintiendo pequeñas chispas de electricidad que parecían correr por mi cuerpo cada vez que él se acercaba a mí. Me acerque más a él, aplastando mi pecho contra el suyo mientras lo besaba apasionadamente, demostrándole todo lo que sentía por él. Muy pronto él se retiró. Luché para recuperar el aliento, pero necesitaba más. Le puse mala cara para dejarle saber que no había terminado. Él sonrió, mordiéndome los labios rápidamente antes de acomodarse en el asiento y encender el auto. 

—¿Y qué deseas hacer? Si quieres ir a cenar o algo debemos salir un poco de la ciudad para que nadie nos vea —sugirió, con el ceño fruncido. 

Lo que quieras —susurré, deslizando mis dedos sobre la superficie encerada de uno de los tulipanes, maravillándome de su belleza. 

Bueno, tenemos que hablar, ¿entonces qué piensas si vamos a mi apartamento y pedimos comida para llevar? Sujetó mi mano mientras conducía a su apartamento y no pude evitar mirarlo de vez en cuando. Sujeté firme su mano.

¿Qué? —preguntó, mirándome por el rabillo del ojo mientras se estacionaba en uno de los lugares para su apartamento. Me encogí de hombros. 

Sólo pensaba. Sonrió y besó mi mano antes de soltarla y salir del auto y dirigirse hacia mi lado. Me miró intencionalmente mientras me ponía un brazo alrededor de mi cintura, tirando hacia él. 

¿Usted piensa que me puede enseñar algunas cosas en su apartamento? —coqueteé, mordiéndome mi labio y tratando de verme sexy pero mi sonrojo probablemente arruinó la situación. 

Seguro, ¿trajo sus libros consigo? —contestó él, sonriendo pero pareciendo estar un poco incómodo al mismo tiempo. 

Maldición, se me olvidó traerlo. Al parecer tendrá que ser una lección práctica —ronroneé sugestivamente, viéndole tragar; con sus ojos más amplios que antes, estrelló sus labios contra los míos, terminando mis patéticos intentos de seducción. Me besó duro, empujándome contra el lado de su coche, apretando su cuerpo contra el mío. Al instante envolví mis brazos alrededor de él con fuerza para que no pudiera alejarse de mí. Sin embargo, probablemente no era una idea brillante tener una sesión de exhibición completa fuera de su edificio. Me había dicho que la Srta. Igarzabal vivía en su calle. Sería muy malo para ambos si nos viera. Mientras él chupaba mi labio inferior pidiendo entrar, alejé a regañadientes mi boca de la de él. Pero, obviamente, no estaba contento con eso, porque mientras yo movía la cabeza hacia atrás, él movía la suya hacia adelante y me besó de nuevo. Me reí tontamente contra sus labios y finalmente suspiró y se alejó, haciéndome un mohín en tono de broma. 

Lección uno: haces todo lo que un profesor quiere, lo que incluye besarme cuando te lo pida. Y nada de estos disparates de alejarse —bromeó, sonriendo burlonamente hacia mí. 

Sólo pensé que tal vez deberíamos llevar esto dentro por si alguien nos ve —expliqué, encogiéndome de hombros. Presionó su frente contra la mía. 

Supongo. Y nosotros realmente, realmente necesitamos hablar —dijo sin aliento, alejándose de mí y tomando mi mano. Sonreí y entrelacé nuestros dedos, dejándolo que me llevara hacia su apartamento. Cada paso me ponía más y más excitada porque quería yacer justo entre sus brazos para siempre. 

Se detuvo frente a su puerta y me miró como disculpándose. Se me ocurrió cuál era probablemente la razón de su mirada de disculpa—. Tu casa es un desastre, ¿verdad? —pregunté, tratando de no reírme. 

En mi defensa, no sabía que ibas a venir —respondió, haciendo una mueca. Me acerqué a él y rocé la nariz contra la suya ligeramente. 

Peter, sé que eres un vago. De hecho me gusta eso, prueba que eres humano y no un capullo super sexy. Todo el mundo tiene defectos y disfrutar viviendo en una pocilga es obviamente el tuyo. 

Me sonrió. —¿Crees que soy super sexy? 

Le sonreí ampliamente. —El maestro más sexy que jamás he visto. 
Se rio y abrió la puerta, tomando mi mano e invitándome a pasar. El lugar era justo como lo recordaba, desordenado, sucio y atestado, pero me encantó. Sonreí y me acerqué más a él, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello, mirando directamente a sus ojos mientras la felicidad se arremolinaba alrededor de mi cuerpo. 

Me encanta tu apartamento —confesé. 

Sonrió. —Y a mí me encanta que estés en mi apartamento. 
Tiré de su boca hasta la mía, deseosa de continuar donde lo dejamos afuera. Me besó durante un par de segundos, pero luego se apartó de mí, sonriendo un poco tímidamente. 

Lali, vamos a hablar un poco. —Me guió hasta el sofá y se sentó. Un ceño preocupado marcaba su frente. 
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Ahí lo llevan chiquis :D Todo vuestro el cap.


28 comentarios:

  1. es como una necesidad ya el seguir leyendo, querer saber más y más! increible =) GRACIAS! por subir un cap más - aunque no me quejo si subes otro más eh jajaja- muchas gracias de verdad por elegir esta adaptación y subirla al blog, con respecto a mí acertaste porque estoy enganchaisima a esta historia!

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  2. yo sé que no es fácil la relación que van a tener a partir de ahora, pero todo va a ser más fácil si estan juntos, aunque tambien es cierto que deben ser cuidadosos, cuando comenzaron a besarse fuera del edifiio lo primero que pensé fue en que la profesora rubia histérica vivia en esa misma calle incluso pense en que los descubriria

    QUIERO MAS NOMBRE!!!!!

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  3. no sé por qué, pero ahora al leer este cap me acordé de la serie de Física o química, en la que se lían también una profesora con un alumno, y creo que también se conocen cuando ella no trabjaba en el instituto y cuando comienza en el instituto se separan.. espero y deseo que la historia de Lali y Peter no acabe como la de Irene con Isaac.

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  4. dejo mis paranoias a un lado y te pido que en cuenta puedas mas nove porifs =) soy feliz leyendo (por si no se notaba jajajaja) BESOS y GRACIAS!!!!!!!

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  5. que le diraaaaaaaaaaa

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  6. me encanta la novela, me quiero comprar el libroo

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  7. viene el libro en español?

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  8. Parece k ahora la sensatez la tiene Lali,y con razonsi Rocio vive cerca,espero k no vaya a interrumpirlos.

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  9. Me encanto el CAP :3 q divinos se tienen una ganas jaja quiero más

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  10. Me encanta verlos así...
    Hasta que Peter no pudo mas, pobre, esta realmente super enemorado y tiene que ser muy duro para el esto por eso quiere hablar, neccesitará poner las cosas claras...el pensó que Lali no lo amaba y eso lo hizo reaccionar tambien...
    Esadictiva esta novela, me encanta


    Ah, y otra cosita, el beso que has subido junto a este capitulo, para mí es el mas bonito, tierno y real que se dieron durante las cuatro temporadas. Gracias por subirlo, es mi preferido, lastima que no tenga una foto del momento, de nuevo gracias

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