PRÓXIMO CAPÍTULO (NO SE LO PIERDAN, INCREÍBLE):
+20 COMENTARIOS.
HOLA HOLA CHICAS!!! Que bien que ya haya Laliter, no? jajajaja.
El próximo capítulo no os lo perdáis, va a ser increible.
Hoy este capítulo va dedicado a Inma (http://mirincon-inma.blogspot.com.es/). Gracias por firmar siempre genia. Y me encanta verte tan entusiasmada con la novela :D De verdad.
▬ Mueroxksiangeles: Ese beso también fe uno de mis favorito. Totalmente de acuerdo con vos. Besos :D
Para las chicas que preguntan, aquí van los datos del libro adaptado:
Título: When Summer Ends.
Autora: Isabelle Rae.
Idioma: Original y español.
Quien quiera tener el libro, que me envíe un correo a laoctavallave@gmail.com y se lo envío :D
Y chicas... ¿de tamaño como andan los capítulos? ¿Os parecen cortos o largos? Yo creo que soy buena y os lo dejo larguitos jajajaja.
Y GRACIAS POR FIRMAR SIEMPRE. LAS QUIERO!!
Twitter: @somosllaves.
PD: Quien tenga novela, que deje un comentario y me paso a leerlas :D
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CAPÍTULO 30:
—Peter, ¡escúpelo! —me reí, poniendo los ojos en blanco.
—Está bien, quiero estar contigo —comenzó. Sonreí abiertamente mientras mi corazón brincaba en mi pecho.
—Bueno, eso es bastante bueno teniendo en cuenta que quiero estar contigo también. Inclinó la cabeza y me besó suavemente, con sus ojos fijos en los míos.
—Podríamos tener muchos problemas por esto. Hay un par de opciones para nosotros y qué hacer respecto a esto. —Frunció el ceño, y asentí para que continuara—. Podemos estar juntos y ocultarlo, o esperar hasta después de que termines el instituto. Sonreí y me acerqué más a él en el sofá.
—¿Esperarías por mí? —bromeé, jugando con el cuello de su camiseta. Envolvió su brazo alrededor de mi cintura y sonrió con tristeza.
—Estaba pensando en invitarte a salir el día de tu graduación. Tuve la gran idea de bañarte en tulipanes y ponerme de rodillas, sosteniendo una bolsa de comida mexicana y suplicarte por otra oportunidad —admitió, rozando el costado de mi cara con su mano.
—Entonces, sin duda te habría dado otra oportunidad —me reí cuando me sonrió. Mi corazón latía tan rápido que apenas podía mantenerme quieta.
—Así que entonces vamos a esperar hasta después que termines el instituto. Todo será más fácil entonces y los nueve meses pasarán muy rápido. Bueno, espero que sí —dijo, riendo con inquietud.
—Peter, no quiero esperar. ¿En serio tú quieres esperar? —le pregunté, rogándole con los ojos que dijera que él tampoco podía estar lejos de mí un solo segundo. Él frunció el ceño.
—Por supuesto que no quiero esperar, Lali. Dios, no quiero esperar en absoluto. Pero tú dijiste —empezó, pero lo interrumpí poniendo mi mano sobre su boca.
—No más malentendidos. Quiero estar contigo ahora, Pit. Estoy totalmente loca por ti y estas últimas seis semanas han sido horribles. Vamos a estar juntos, pero mantenerlo en secreto. Eso es lo que quiero —le dije con firmeza, dominando la situación por primera vez. Él se echó a reír.
—. Muy bien, genial. Vamos a mantenerlo en secreto entonces. Creo que tendrás que decírselo a Euge, si no ella lo averiguará de todas maneras.
—Euge me ha dicho que aún te gustaba, pero yo no le creí. Obviamente ella me va a decir «te lo dije» cuando se lo cuente.
—Chica lista. Pensé que estaba haciendo un trabajo bastante decente ocultándolo. Bueno, lo estaba haciendo bien hasta que ese mierdecilla de Gastón continuaba insistiendo en tocarte... —se interrumpió, frunciendo el ceño.
Me retorcí en mi asiento. —No quería estar con Gas, tú lo sabes, ¿verdad? Estaba molesta por nuestro rompimiento y entonces tú empezaste a ver a la señorita Igarzabal, así que sólo traté de seguir adelante. Y, lo admito, eso comenzó porque yo estaba tratando de vengarme de ti por seguir adelante tan pronto con ella.
Él suspiró. —Sé que estabas molesta y está bien. Sin embargo yo no estaba viendo a Rocío, te lo prometo. Nunca ocurrió nada con ella, ni con nadie más y jamás lo haría porque estoy enamorado de otra persona. —Sus ojos se clavaron en los míos, haciendo que mi piel se calentara. ¿Está cada vez más caliente aquí, o sólo soy yo?
Lo besé, sin saber qué decir. Él me devolvió el beso, haciendo un pequeño gemido que definitivamente elevó la temperatura en la habitación otro grado. Poco a poco me tendí de espaldas, tirando de él sobre mí, besándolo profundamente. Pasé mi mano bajo su pecho. Deslizándola bajo su camiseta maravillándome sobre los duros músculos de su estómago. Él se apartó rápidamente y puso su mano sobre la mía, deteniéndome de desplazarla más arriba bajo sus ropas.
—Lali, me estás volviendo loco —susurró, sus ojos hurgaban por mi cuerpo lentamente. Rodó hacia un lado alejándose de mí, yaciendo a mi lado. Sonreí. Volví a besarlo de nuevo, pero él negó con la cabeza.
—Tenemos que establecer algunos límites y tenemos que hacerlo rápido antes de que pierda el control —dijo rápidamente. —Estoy listo para estar juntos y mantenerlo en secreto porque te extrañaría como un loco si esperáramos, pero... soy un adulto y tu maestro, por lo que es necesario que haya algunas líneas que no crucemos. Sabes de lo que estoy hablando, Lali. Me refiero a tus costumbres pervertidas —bromeó, moviendo mi nariz ligeramente. Puse los ojos en blanco. Genial, bueno, eso es simplemente genial, él va a dejarme frustrada por nueve meses. Perfecto. Suspiré y lo miré dudosamente.
—Entonces, ¿qué tipo de cosas son aceptables para ti? — Suspiró y delineó el lado de mi cara con su mano.
—. Bueno, no puedo dejar de besarte, así que besar es definitivamente aceptable —murmuró, presionando con sus labios los míos suavemente por un segundo—. Simplemente no quiero andar manoseándote o algo así. Si sólo nos mantuviéramos sobre la ropa, sin tocar piel. Lali, vamos, esto es difícil para mí. Soy un adulto y técnicamente tú no lo eres. Ni siquiera debería estar tumbado aquí contigo, o besarte. El contacto físico es una especie de concesión —explicó, mirándome con disculpa.
No puedo dormir con una menor de edad de nuevo, es diferente hacerlo cuando no lo sabía, pero sabiéndolo no puedo quitarle importancia a la violación del reglamento sobre un estudiante mío. Entiéndelo, por favor, no quiero hacerlo. —Me miró disculpándose mientras continuaba—. Los nueve meses pasarán muy rápido, lo prometo... —se detuvo, con sus ojos fijos en los míos, rogándome que le entendiese. Asentí de mala gana. Supongo que el tiempo pasaría con la suficiente rapidez.
—Bueno, sí, supongo, si eso es lo que quieres puedo estar de acuerdo —lo estuve de mala gana.
Sonrió agradecido. —Gracias. Sinceramente, te amo, Lali. Tan pronto como seas mayor de edad y hayas terminado el instituto te juro que no habrá nada en este mundo que me impida estar contigo una y otra vez. Voy a hacer que valga la pena esperar, lo prometo... eso si aún me quieres entonces por supuesto —bromeó, delineando mi labio inferior con su dedo, haciéndome la boca agua.
—Dijiste nada de piel, ¿verdad? ¿Así qué sobre la ropa está bien? —susurré roncamente.
Él gimió contra mi cuello. —No lo sé, La, supongo que sí. Lo volví sobre su espalda, poniéndome a horcajadas sobre él. Podía sentir lo excitado que estaba escaleras abajo y eso estaba haciéndome doler el cuerpo entero.
—Creo que sobre la ropa es un buen compromiso —le susurré, besándolo apasionadamente. Él gimió, y el sonido hizo que mi corazón comenzara a galopar en mi pecho. Sus manos bajaron por mi espalda, pero se detuvo justo antes de llegar a mi trasero y no pude evitar sentirme un poco frustrada al respecto. Me besó tan fieramente como yo lo estaba besando. Inconscientemente apreté las caderas contra él, haciendo disparar por mi cuerpo una pequeña explosión de placer. Él gimió en mi boca y se apoderó de mis caderas, inmovilizándolas cuando traté de hacerlo de nuevo. Alejé sus manos, entrelazando nuestros dedos.
—Esto es sobre la ropa —susurré, empujando contra él de nuevo, amando cómo de íntimamente nos estábamos rozando.
Él gimió. —Lali, follar en seco no es realmente lo que quería decir —empezó, pero empujé contra él más fuerte haciéndo que callara.—. Nosotros... esto no es... yo... —tartamudeó, mirándome angustiado.
—Hay mejores cosas que podrías estar haciendo con tu boca que hablando, Pedro —susurré, rozando mis labios sutilmente sobre los suyos. Sus manos me soltaron, enredó una en mi cabello en la nuca, jalando mi boca hacia la suya rudamente. Sonreí contra sus labios mientras envolvía su otro brazo alrededor de mí, rodándome sobre mi espalda, me besaba como si fuera la última cosa que haría. Su beso fue increíble, cada terminación nerviosa estaba en llamas al igual que mi tembloroso cuerpo.
—Te amo, Pit—murmuré sin aliento. Se echó hacia atrás y sonrió
—. También te amo —susurró. Su respiración era tan irregular como la mía. La sesión de manoseo era con cada segundo más y más caliente, pero él ni una vez trató de traspasar la línea invisible que había dibujado. Sin embargo yo sí lo hice. Mis manos parecían tener mente propia. Cuando una de mis manos le bajó la parte de atrás de sus vaqueros para que así pudiera apretarle el trasero, él me la retiró rápidamente, presionando su cara en un lado de mi cuello, frotando su nariz a lo largo de la piel ahí.
—Eso fue travieso, señorita Esposito —susurró, mordiendo mi cuello ligeramente.
—Entonces deme un castigo luego, señor Lanzani—bromeé, riendo. Él se rió y se retiró ligeramente, situándose por encima de mí mientras apartaba el pelo de mi cara con suavidad.
—En serio, encima de la ropa, por favor —suplicó. Me consolé con el hecho de que parecía que odiaba este acuerdo tanto como lo hacía yo. —Voy a ordenar la comida —afirmó.
Me sonrió y asintió. —Tú haz eso y yo elegiré una película para ver.
Me miró con tanta dulzura, tan tiernamente que hizo que mi corazón se acelerara en el pecho —Prefiero verte a ti.
—Entonces tú puedes verme y yo veré la película —bromeé, moviendo su nariz como me hacía siempre a mí. Se quedó allí mirándome con una sonrisa de satisfacción en el rostro—. ¿Qué estás esperando? ¡Fuera, ve a pedir la comida! —Ordené, agitando la mano hacia la puerta bromeando.
—Te amo, Lali —dijo casualmente, antes de girar y dirigirse a la cocina a buscar el menú.
****
Esa noche pasó volando. El sábado fue el más feliz que había tenido en mucho tiempo. Sólo descansar en el apartamento de Peter, sujetar su mano, y hablarle como solíamos fue increíble. Seguimos nuestra vieja rutina tan fácilmente que fue casi mágico. Me dejó en casa con un beso corto y una de sus hermosas sonrisas.El domingo, tenía que salir y encontrarme con Euge para que pudiéramos ir de compras para su cita con Nico. Le conté que había vuelto con Peter. Se puso muy alegre por mi. Para el resto de la tarde de compras, susurramos acerca de Peter, lo caliente y lo dulce que era y lo dulce de que me comprase flores anoche. Ella me sonrió cuando le dije que no había nada entre él y la señorita Igarzabal, y cuando dije que él estaba celoso de Gas, ella me lanzó la mirada de 'te lo dije' otra vez. Volví a mi casa y encontré Pablo sentado en el sofá, charlando con facilidad con mis padres. Agarré su mano y lo empujé hacia las escaleras.
Se dejó caer en la cama mientras me acercaba a mi colección de DVDs.
—¿Quieres ver una película en lugar de escuchar música? —pregunté. Me acomodé en la cama a su lado, poniendo mi cabeza en su pecho, usándolo como una almohada cuando empezamos a ver la peli. A mitad de camino, mi teléfono móvil comenzó a sonar. Lo señalé perezosamente en el lado próximo a Pablo.
—¿Respondes por mí? Di que les llamaré, sea quien sea —murmuré, saludando con desdén.
—¿Hola? Er, ¿puede volver a llamar? Ella está un poco ocupada ahora... si bien, se lo diré. Fue un tío llamado Pedro, parecía muy enojado por algo. Le dije que le llamarías.
Me levanté. Agarré mi teléfono, haciendo reír a Pablo cuando prácticamente caí encima de él en mi afán.
Peter respondió casi de inmediato.
—Hey.
—¡Eh, tú, ¿qué pasa? Pensé que estabas trabajando esta noche. —Me mordí el labio.
—Sí, sólo pensé en llamar y decir hola. No he hablado contigo en todo el día, pero estás demasiado ocupada para hablarme sin embargo, así que genial —contestó un poco demasiado rápido.
—No estoy ocupada, Pablo y yo estamos viendo una película antes de estudiar. No tenía ganas de hablar con nadie. No me di cuenta de que eras tú; de lo contrario habría contestado —dije, frunciendo el ceño un poco.
—Oh. Bueno, sí bueno. Pensé que no querías hablar conmigo —murmuró. Podía imaginar la cara que tendría en estos momentos, la mirada de chico perdido con un mohín. Sonreí.
—Por supuesto que quiero hablar contigo, tonto. Sólo pensé que no eras tú. ¿No estabas trabajando? —le pregunté, recostándome contra la cabecera.
—Sí, lo estoy. Te echaba de menos. Estoy en mi descanso, así que quería decir hola —respondió, sonando más feliz ahora.
—Bueno, entonces, hola —contesté, sonriendo felizmente. Él se echó a reír. Suspiré contenta con el sonido, cerrando los ojos mientras tranquilamente hablaba con él durante unos diez minutos. Cuando colgué el teléfono, me miró Pablo con curiosidad.
—¿Novio nuevo? Asentí con la cabeza y me mordí el labio.
—Sí. Es pronto, así que no quiero hablar de ello y estropearlo —mentí, retorciéndome un poco incómoda.
Las siguientes semanas pasaron tan rápido que apenas podía mantenerme al día con ellas. Euge y yo fuimos a ver a Pablo Alborán. Estábamos todavía hablando de él dos semanas más tarde; l
Peter se metió de nuevo en el modo de cita inventiva que teníamos antes, pero ahora teniendo un poco más de cuidado de a dónde íbamos.Todo funcionaba a la perfección. Durante las horas de escuela no era más que un maestro para mí. Físicamente no nos dejaba hacer nada más que besos y el ocasional toque a través de la ropa. Cada día sentía que mi amor por él crecía un poco más. Yo no podía estar más feliz de que él fuera mío, claro que era difícil estar con él mientras lo manteníamos en secreto a todo el mundo cuando lo único que quería hacer era gritar a los cuatro vientos que estaba enamorada, pero el tiempo estaba pasando, poco a poco, pero pasando.
****
—Preciosa, por favor, deja de usar faldas en el instituto —rogó, con los ojos recorriendo mis piernas, una expresión de dolor en su rostro. Llegamos al final de la calle del instituto y aparcó detrás de la tiendita que había en la esquina, para que yo pudiera caminar el resto del trayecto. Sus ojos recorrieron mis piernas otra vez cuando apagó el motor. —Realmente estoy odiando esa falda —gimió, sacudiendo la cabeza.
Puse mala cara. —¿De verdad? ¿Y si me la quito? —pregunté, llevando mis manos al botón del frente como para abrirlo.
—¡Vaya mierda! ¡No! —Casi gritó cuando sus manos fueron hacia mí, empujando mis manos contra mi estómago—. Lali, por favor… ¿Sabes lo difícil que es para mí? Ha pasado mucho tiempo desde que…y yo… yo solo…hombre, esta falda, es sólo que… —Se interrumpió y besó un lado de mi cuello, provocando un cosquilleo por todo mi cuerpo. Gemí ante la sensación de sus labios en mi piel e incliné mi cabeza hacia un lado mientras me mordía el cuello suavemente—. Quiero hacerte un chupetón —murmuró. —¿Qué tal si hago uno donde nadie lo pueda ver? —propuso. Su boca viajó un poco más abajo, su nariz rozando mi clavícula. Di un grito ahogado mientras me apretaba contra su pecho, antes de tumbarme sobre los asientos y situarse encima de mí. Cuando no respondí, me apretó la cintura suavemente, como una sugerencia.
Asentí. —Sí, donde quieras —contesté atragantándome con la voz ronca. Me sonrió con malicia. Di un grito ahogado al sentir su mano deslizándose por mi pantorrilla, dirigiéndose más arriba, hasta que llegó al borde de mi falda. Cuando su mano no se detuvo allí, clavé mis dedos en su espalda y me mordí el labio. Su mano rozó mi trasero, sólo una vez, dejando un rastro de calor que quemó mi piel. Todo el tiempo estuvo mirando mis ojos, su respiración superficial, su cuerpo tenso. Y entonces se alejó de mí. Estaba a punto de protestar y alcanzarlo para atraerlo hacia mí, cuando lo sentí empujar mi falda hasta mis caderas. Tragó saliva con fuerza con los ojos apretados y sus hombros se pusieron rígidos. Yo sólo lo observaba, incapaz de respirar, incapaz de moverme, mientras él me miraba. Abrí la boca para preguntarle, pero él llevó mi pierna a un lado, se inclinó hacia delante y presionó sus labios en el interior de mi muslo. Después de unos segundos lo dio por hecho, se apartó y lo miró, asintiendo con satisfacción. Se movió como flotando encima de mí otra vez, con una sexy sonrisa en los labios, que me hizo enrojecer como loca.
—¡Fuera de mi coche, señorita Espósito! —gruñó felizmente, deslizando su nariz por mi mejilla.
Suspiré dramáticamente. —Está bien. Nos vemos más tarde, señor Lanzani. Suspiró y se incorporó moviéndose para que yo pudiera desenvolver mis piernas de su cintura. Alcanzó mi mochila del asiento trasero y me lo ofreció. Lo tomé y le sonreí con gratitud, tirando de mi falda mientras saltaba del coche. Le sonreí y cerré la puerta, echando mi mochila por encima del hombro. Estaba a punto de empezar a caminar, cuando la ventana del pasajero se abrió.
—Te amo, La. Quedan cerca de siete meses ahora —me dijo. Sonreí y me mordí el labio mientras asentía.
—Lo sé. También yo te amo. Él, sonriendo, arrancó el coche.
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me encanta sube mas nove no puedo parar de leerla.
ResponderEliminarMASSS
ResponderEliminarME ENCASTA :D
Jajaja k autocontrol.
ResponderEliminarMas caps hoy.
ResponderEliminarLa forma d provocarlo es .......yo pense k Peter llegaba a claudicar.
ResponderEliminarPero finalmente cae un poquito.......bastante va a dar la clase calentito y ardiendo,y ella la tomara d la misma manera.
ResponderEliminarInna tu me dices si llego el correo xk es la primera vez k lo hago con el movil.Aaah y gracias d antemano.
ResponderEliminarhaa me encnata la noveeelaa q ternuras q son!!
ResponderEliminarmaass
Maaaas
ResponderEliminarOtroooo
ResponderEliminarmaaaaaaaas!!!
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminarotrooo
ResponderEliminarYa quiero el otro cap! Me encanta! Subi mas!
ResponderEliminarQuieero mas!
ResponderEliminarmAAAAAAAAAAAS
ResponderEliminarotroo
ResponderEliminar++
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaas
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ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminaro
ResponderEliminart
r
o
!
ResponderEliminarotropp
ResponderEliminar♥
ResponderEliminarsite meses eternos!!!!!! y lo del chupeton fue una idea original eh! jajaja son mas lindos! me matan con esos TE AMO! y me parece la regla de "sobre la ropa" les va a durar poco jajaja se AMAN y necesitan sentirse mutuamente =
ResponderEliminarespero mas noveeee
besos
GRACIAS por dedicarme el capitulo =) las noves que subes se merecen las firmas, y por supuesto que tu tambien te mereces las firmas por subir noves tan hermosas =) MUACKS!
ResponderEliminarSiete meses todavia jajaja no van a aguantar...
ResponderEliminarMe encantaria leer ese libro, pero yo prefiero que me mandes esta adaptación cuando la tengas terminada